Desde niña, la adrenalina fue una pasión. Me regalaron una patineta una Navidad y desde entonces supe que me gustaba moverme con libertad, jugar con la velocidad, caerme y volver a intentar. Sin contar que también tuve bicicleta, patines en línea, monopatín y hasta una cuatrimoto. En esa época veía Rocket Power religiosamente. Cuando llegó el PlayStation 1, mi juego favorito fue Tony Hawk’s Pro Skater 2 —podía pasar horas patinando con los dedos. Y aunque no lo diga mucho, también intentaba b...